Las historias que nos hacen
He cometido el peor de los pecadosque un hombre puede cometer. No he sidofeliz. Que los glaciares del olvidome arrastren y me pierdan, despiadados. Mis padres me engendraron para el juegoarriesgado y hermoso de la vida,para la tierra, el agua, el aire, el fuego.Los defraudé. No fui feliz. Cumplida no fue su joven voluntad. Mi […]
Lo conocí en una combi a la vuelta del panteón. Ahí, bajo un techo de lámina, desde la carcasa de ingeniería alemana que era su púlpito, destapaba cervezas, servía tragos, maldecía, giraba órdenes a la cocina, fumaba. Fumaba, dije. Era más bien que encendía cigarros a los que daba cuatro, cinco caladas, antes que se […]
Den una vuelta de circunvalación a la ciudad en algún sábado soñoliento. Vayan desde Corlears Hook hasta Coenties Slip y, desde allí, pasando por Whitehall, hacia el norte. ¿Qué ven? Plantados como centinelas silenciosos por toda la ciudad hay millares y millares de mortales absortos en ensueños del mar. Algunos, apoyados sobre pilotes; otros, sentados […]
Hace ocho años la crisis nos dejó en la lona. Juntamos las cosas y nos fuimos a vivir a una sucursal del purgatorio que la buena gente llama Tuxtla Gutiérrez. Pensamos, mi compañera y yo, que la casa ahí heredada y por la cual no debíamos pagar renta supondría así un respiro en nuestra economía. […]
Pocos seres hay en el mundo cuya memoria desborde, como el cerdo, los archivos de la injuria. ¿Quién no ha proferido o sido calumniada víctima de esas comparaciones venenosas que hablan de «estar hecho un puerco», «sudar como marrano», o ser «más inmoral que un cerdo» (¡!)? Vaya, hasta el Mismísimo nos previno ya en […]
Porque la noche es un viaje, la noche tiene puertos. Todos, inevitables, una vez que asoman a la vista. El hambre, por ejemplo. Por ahí, mientras se apura el deseo, el alcohol, la alegría o una conversación que teme a la mañana, en algún momento, la maquinaria del cuerpo demandará nutrientes menos metafísicos. El ojo […]
«¡Cómo!» exclamó el santo. «¿Es ley que tú vivasde horror y de muerte?¿La sangre que viertetu hocico diabólico, el duelo y espantoque esparces, el llantode los campesinos, el grito, el dolorde tanta criatura de Nuestro Señor,no han de contener tu encono infernal?¿Vienes del infierno?¿Te ha infundido acaso su rencor eternoLuzbel o Belial?» Y el gran […]
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