Eran las mañanas frías. Nuestro hogar de entonces era, además, pequeño. Nos levantábamos temprano para ir a la escuela o, papá y mamá, al trabajo. Muchos de los días no llegaban con buena gana, pero mamá siempre nos levantaba con el llamado a desayunar, las quesadillas y el chokomilazo. Nuestra fortuna diaria. Ahí, sobre una […]
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